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“Estas tierras están hechas para la minería”

 

El municipio de Giraldo es uno de los 125 que tiene el departamento de Antioquia, está ubicado en la subregión de Occidente y cuenta con una superficie de 96 kilómetros cuadrados. Se fundó el 19 de diciembre de 1845 y actualmente cuenta con una población de más de 4.000 habitantes.

No son más de las diez de la mañana del 10 de abril de 2014 y la intensa resolana ya le encandiló los ojos a más de un giraldino, gentilicio por el que se les reconoce a los nativos de Giraldo, municipio del Occidente antioqueño.

 

Las calles empinadas y el bochorno de la media mañana le dificultan el trayecto al campesino que con saco al hombro va trasladando el cultivo de los últimos días. Ya solo le faltan unos 20 minutos más en carro hasta el pueblo, que es lo que dista desde Manglar, uno de los dos corregimientos de Giraldo.

 

En la actualidad, algunos habitantes de Manglar consideran la minería como una fuente económica. Ahora, encontrar a un campesino cargando bultos de cebolla es una imagen inusual en un territorio donde sus mismos habitantes aseguran que ‘está tapado en oro’. Por ello, la tradición agrícola cada vez ha ido en descenso, pues eran otros tiempos  (década de los 80´s y 90´s) cuando la economía era sostenible con los cultivos de anís, café, cebolla, frutales y algunas hortalizas. Situación que cada vez es más frecuente en un país que mantiene unas políticas irrisorias para el agro y que hoy motiva a centenares de campesinos a salir de sus parcelas para protestar en contra del gobierno.

 

Wiliam Bedoya, nativo de Manglar, es el propietario de una pequeña tienda llamada La Fonda. Hace 5 años no se dedicaba al comercio pues trabajaba como minero informal en las minas de Buriticá. En ellas hacía lo que en el gremio denominan ‘chatarrear’, es decir, reciclar todo aquello que queda luego de explotar la mina para irlo almacenando y luego venderlo. La minería en sí es una actividad que este hombre considera rentable, por eso cree que si llegase la minería a Giraldo sería una situación positiva para el Municipio porque asegura que “hay regalías, más comercio y se ve más ‘movención’ económica”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

“La Continental Gold es la dueña del balón aquí en Colombia”

 

Es casi mediodía. Un jeep azul transporta al son de las canciones de Alci Acosta a un hombre de sombrero, jeans y camiseta. El trayecto de la tarde: una carretera angosta y destapada que conduce a la antigua vía a Urabá. El dueño del vehículo es Edgar Arango, residente de Manglar y uno de los mineros informales que aún espera que en este 2014 pueda legalizar su situación ante el Gobierno.

 

Mientras tanto, el jeep azul sigue con el recorrido. A cada lado de la angosta carretera, la vegetación es cada vez más árida y las montañas van aumentando su tamaño. A unos cuántos kilómetros, Edgar disminuye la velocidad al recibir la señal de un policía en la vía. Un carro rojo que todo el tiempo acompañó el trayecto del minero, también acató el pare del grupo de uniformados. Desciende un hombre de sombrero. Su nombre es Horacio, hermano de Édgar y también dedicado a la minería informal.

 

Ambos hombres son requisados de pies a cabeza por una de las autoridades. Luego de pedirles el documento de identificación, dos de los guardias se dirigen al baúl de Horacio Arango y se inquietan al encontrar una herramienta que usan los mineros para perforar las rocas. Son varios minutos que Edgar y su hermano son detenidos en medio de la trocha por la sospecha del artefacto, la intensidad de los uniformados se vio interrumpida por un camión que necesitaba la vía, así se agilizó la requisa y los dos hermanos continuaron con la marcha.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Por ello, arrendar terrenos en esta zona para que algunos mineros foráneos busquen oro parece una opción más rentable para los campesinos nativos. Pese a que Giraldo es un territorio geológicamente inestable, por ello en 2009 el Concejo Municipal prohibió todo tipo de minería (esto cuando aún se desconocía de la existencia de los yacimientos de oro), algunos mineros informales de Manglar consideran que las tierras de Giraldo son aptas para la explotación minera. En este corregimiento, la población que apoya la minería es bastante alta: sus argumentos se basan en que no existe en la actualidad una actividad que los solvente económicamente, la aridez y el clima seco en algunos sectores dificultan la productividad en los cultivos; sumado a que la topografía dificulta la ganadería. "Aquí echan un ternero y se pelotea", dice Édgar Arango, minero informal.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En Colombia, se estima que “un 83% de las más de 17.000 unidades mineras del país no tiene título minero ni licencia ambiental", dice el economista Álvaro Pardo en un artículo publicado en la BBC Mundo. En la jurisdicción de Giraldo, según fuentes de la asociación minera, 53 zonas o bocaminas están dedicadas a la búsqueda de oro, pero no cuentan con el permiso de titulación minera y por ello las autoridades las han venido sellando. Las llamadas ‘intervenciones´ están a cargo de la fuerza pública y el objetivo es paralizar cualquier tipo de explotación minera ilegal. De esta forma, los mineros afectados se han conglomerado en asociaciones locales para hacerle frente a las ‘trabas’ que consideran ‘injustas’ desde el gobierno nacional. Son alrededor de 300 mineros que hacen parte de la asociación y que cuentan con un equipo de abogados y geólogos que los asesoran en las reuniones.

 

Vale anotar que la llamada ‘minería informal o minería de subsistencia’ es una de las actuales problemáticas del país. El 2014 ya suma por lo menos 25 accidentes mineros; los hechos más recientes sepultaron a 16 personas en el Cauca y 4 más perdieron la vida en Buriticá, muy cerca del municipio de Giraldo.

 

 

El Morrón, en Manglar, desértico y potencialmente minero 

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