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La tradición minera en Occidente

Antioquia es un departamento aurífero. El propio nombre, Antioquia, se cree que proviene de una voz indígena que significa montaña de oro. En el Departamento la explotación de oro se da desde antes de la época de la colonia, cuando se destaca en el occidente del departamento la tribu comandada por el Cacique Buriticá, que en la llegada de los conquistadores y para recuperar a su familia que fue detenida por los invasores, ofreció entregar oro y guiarlos hasta el lugar donde se podía obtener, aunque posteriormente se lanzaría al abismo junto con cuatro captores que lo tenían atado a sus cuerpos para que no escapase.
 
La explotación organizada del metal precioso se comenzó a ejecutar desde 1824, época en la cual se tiene registro que existían filones de veta de oro en el distrito de Anorí, según el libro Ruta del Oro: Una económica primaria exportadora, en el capítulo que se refiere a Antioquia. Dos años después tres comerciantes de Rionegro crearon la Sociedad de Minas de Antioquia que comenzó a operar en Santa Rosa de Osos.
 
La explotación aurífera se esparció con el pasar de los años a otras zonas que hoy se consideran de tradición minera en el departamento, como es el caso de nordeste, el bajo cauca, o el suroeste, donde históricamente se combina la explotación de oro con la de carbón. Aunque en regiones como el suroeste existen municipios que se resisten a esta actividad, como Jericó, Jardín, Tamesis, Valparaiso o Caramanta.
 
A diferencia de las regiones mencionadas anteriormente, el occidente no tiene una histórica tradición minera y la actividad se concentró principalmente en el municipio de Buriticá. “Buriticá es un pueblo con alguna tradición minera histórica muy antiquísima pero donde se concentra un proyecto minero de grandes proporciones y es el proyecto que la compañía Continental Gold tiene en ese territorio y en esa región”, dice Giovanni Caro, director de fiscalización de la Secretaría de Minas de Antioquia.
 
Según datos de la Secretaría de Minas, los dos únicos municipios del occidente antioqueño donde se han entregado títulos mineros para producción aurífera son Buriticá y Giraldo, que representan 168 de los 1.514 títulos que se han entregado en todo el departamento, divididos entre los que aún se encuentran en etapa de exploración y los que ya tienen el permiso para explotar. “Cuando uno habla de titulo minero uno habla de un contrato de concesión de Ley 685, o de una licencia de materiales de construcción, que eso también hace parte de minería, o habla de concesiones anteriores a la Ley 685”, expresa Caro.
 
Lo que denominan los entes oficiales como el boom del oro en Buriticá comenzó en el año 2012, cuando mineros de zonas con tradición en esta actividad, principalmente de Segovia y Remedios (Nordeste antioqueño), llegaron a explotar a ese municipio y se ubicaron en una vereda llamada Los Chorros, donde construyeron sus viviendas cerca del lugar donde ejercían su actividad y en una zona sin la estabilidad de terreno necesaria para estas construcciones.
 
“Allí se presentaron una serie de factores relacionados con la ocupación del terreno, con las explotaciones, con la construcción de viviendas, con la poca planificación, con la construcción de gaviones de una forma poco técnica que desencadenó en una situación el 18 de octubre de 2013, un episodio relacionado con un deslizamiento en el cual se puso en riesgo la vida de las personas”, dice Caro.
 
En ese lugar, la Secretaría de Minas logró censar 1.600 familias y se comenzó a ejecutar una intervención de territorio, amparada en la Ley 1450 de 2011 que prohíbe en todo el territorio nacional la explotación minera que no tenga título. Esa intervención fue convocada desde la Alcaldía del municipio bajo concepto de calamidad pública, por lo que fue necesaria la acción de la fuerza pública acompañada por la Agencia Nacional de Minerías Salvamento Minero.
 
Según afirman en la Secretaría de Minas, en Buriticá se presentó una salida voluntaria de la población minera extraña al municipio, que se desplazaron a los pueblos cercanos del occidente para esperar que las autoridades de policía salieran de esa localidad, y fue allí cuando se comenzó a explotar en el Giraldo, según menciona Caro “por la creencia de que si a este lado de la montaña hay oro, al otro lado también debe haber”.
 
Con el boom minero de Buriticá la Secretaría de Minas recibió 212 propuestas para nuevos contratos de concesión que son vigiladas por el Comité de Orientación y Contratación de la Gobernación de Antioquia. Entre esas 212 propuestas existen 75 solicitudes de legalización, que son aquellos mineros tradicionales que explotan en terrenos con títulos mineros y desean llegar a una conciliación con el titular para seguir ejerciendo la actividad en ese lugar, pero ahora de manera legal.
 
La opción de legalización se estableció en la Ley 1382 de 2010, conocida como el Código de Minas, pero el 9 de mayo de 2013 fue declara inexequible y desapareció del ordenamiento jurídico, por lo cual hasta ese día se podían iniciar los trámites para un proceso de legalización.
 
La única posibilidad actual que tienen los mineros tradicionales que ejercen actividad en territorio con título minero de volver a la legalidad, se abrió con Ley 1658 de 2013, conocida como la Ley del Mercurio. El mecanismo se llama subcontrato de formalización y solo se entrega a asociaciones o grupo mineros organizados para ejercer la minería, pero tanto para la legalización como la formalización “se requiere de la voluntad del titular para poder culminar con ese proceso. Si el titular no tiene la voluntad ni para formalizar ni para legalizar, si estás en un título, ese proceso no puede llevarse a feliz término porque el titular es quien tiene el derecho inicial sobre la tierra”, sentencia Caro.
 
La situación en Giraldo es diferente, la explotación aurífera informal se realiza en una zona donde no existe título minero, por lo cual no es posible que las personas que allí laboran se acojan a la Ley 1658 de 2010, situación sobre la cual en la Secretaría de Minas afirman que son medidas que tendrán que mirarse a largo plazo.
 
Es necesario aclarar que a diferencia de Buriticá y Giraldo, según la información que tiene la secretaría de Minas, en Santa Fe de Antioquia no existe producción aurífera, y su actividad minera se presenta en menor escala pero en materiales de construcción y su única relación con el oro es en las fundidoras, esto por ser un municipio que concentra su actividad económica en el turismo y en el cual no se ha pensado en comenzar producción aurífera.
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